Es básico elegir un buen instructor acreditado que te guíe en las prácticas y pueda seguir tu evolución. El Tai Chi no se puede aprender en los manuales y vídeos, por buenos que estos sean, podrán aportar conocimientos teóricos muy interesantes, incluso aclarar aspectos de la práctica que nos ayudarán a entenderla mejor, pero el Tai Chi sólo se transmite de maestro/instructor a alumno, mediante el contacto personal, enseñándote de una forma segura. Aprender Tai Chi, requiere la observación y evaluación de la progresión en calidad de los movimientos por parte de un instructor experimentado, además de la enseñanza y cuidado de la corrección postural en cada ejercicio...

 Tu instructor tendrá en cuenta tu capacidad física, se adaptará perfectamente a ella y te guiará para que no fuerces de más, la progresión debe ser natural; será quien te enseñe las posiciones y posturas correctas, a alinear la espalda, a no flexionarlas piernas en exceso, etc. Enseñar bien y de forma competente es asegurarse de que los discípulos no se puedan lesionar. (No obstante, aunque los ejercicios y movimientos que se practican en Tai Chi son seguros y no suponen ningún riesgo para la inmensa mayoría de las personas, si se tiene algún problema de salud es mejor consultar con el médico antes de empezar a realizarlos).

Por otra parte, en la mayoría de las clases de Tai-Chi se incluyen ejercicios de Chi-Kung, que generalmente serán suaves y completamente seguros, pero hay que saber que los ejercicios de Chi-Kung pueden resultar muy fuertes energéticamente y que si no se practican correctamente, y de la mano de un instructor experto, pueden entrañar cierto peligro para la integridad física y mental, por eso nuestra constante insistencia en la importancia de exigir instructores expertos, cualificados y con su titulación al día, lo que les acredita para dedicarse a la enseñanza. Esto no quiere decir que no podamos encontrar un instructor, que aunque no esté oficialmente cualificado, sea realmente bueno, pero al menos debería acreditar quién fue su Maestro, durante cuánto tiempo y si obtuvo de él su permiso para enseñar.

Un buen instructor de Tai Chi, y por supuesto de Tai Chi Xin Yi, será alguien bien formado en el estilo, que ejecutará la secuencia de los movimientos enlazándolos perfectamente, de una forma fluida, con calma, suavidad y armonía, con un buen equilibrio, con algunos años de experiencia mejor, deberá tener igualmente una cierta capacidad didáctica y comunicadora, ya que los aspectos teóricos que lleva aparejado el Tai Chi requieren de la explicación y comprensión de ciertos conceptos un tanto complicados, sobretodo cuando no se está familiarizado con ellos.

Aunque a clase de Tai-Chi se va principalmente para aprender un arte, que además nos proporciona una forma excelente de combatir el estrés y de calmar el sistema nervioso, de mejorar el bienestar psíquico y emocional, que nos generará más autoestima y confianza, que nos enseña técnicas de relajación y meditación, y que, en definitiva, incidirá en una mejora de nuestra salud corporal y mental-espiritual, no es una clase de autoayuda, ni de terapia de grupo, ni se ofrece como tal; tampoco debiera ser únicamente marcialidad, aunque hay estilos donde puede primar este aspecto y debemos tenerlo en cuenta si no es esto lo que buscamos, sobretodo en el caso de personas ya mayores que orientan su búsqueda hacia aspectos que más tienen que ver con el equilibrio y la flexibilidad, que con la potencia física. Y lo que nunca será una clase de Tai Chi, es una clase de religión. El Tai Chi puede ser una filosofía de vida, si se quiere, pero no una religión. Las creencias religiosas de cada uno quedan al margen de la enseñanza del Tai Chi y como camino de iluminación no parece ser suficiente en sí mismo, aunque sin duda contribuya.

Importante es elegir un lugar adecuado, lo más llano posible, cuanto más tranquilo y silencioso, mejor, pues necesitarás, sobre todo al principio, aprender a concentrarte y a serenar la mente. Si hace buen tiempo, las mejores prácticas las conseguirás al aire libre, cualquier hora será buena, pero si te es posible y va bien con tus bio-ritmos, elige el amanecer o el atardecer, son los momentos del día donde se canaliza y fluye mejor energía.

Estar en contacto con la Naturaleza, respirando aire puro y rodeado de elementos naturales, es la situación ideal para practicar Tai Chi y nuestra salud lo agradecerá, pero esto no siempre nos es posible. Tanto si practicas en un centro especializado como en la sala de un gimnasio, o de una casa con espacio suficiente, lo más recomendable es que esté bien ventilado y sin ruidos del exterior, con luz agradable y una música relajante (el estilo Xin Yi se aprende y practica habitualmente con una música concreta, que tiene una determinada duración, la misma que nuestra tabla; si utilizas otra música cuida igualmente de que sea tranquila y agradable).

Como destaca Matthew Rochford en su manual “Total Tai Chi” (Ed. Pearson-Alhambra) …”para empezar es mejor encontrar un instructor competente que sepa lo que hace, pero que carezca de un enorme ego ¡y de ganas de hacerse rico con usted!”

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