Porque es una fuente de salud y bienestar, que combate y contrarresta los efectos del estrés, del envejecimiento y de la mala salud o enfermedad.

Porque lo puede practicar cualquier persona, sin importar su edad (incluso es altamente recomendable para personas mayores) o condición física, el estilo Xin Yi se adapta a cada nivel (por nuestras clases hemos visto incluso a personas ciegas o en silla de ruedas... Estos impedimentos nos les ha detenido para intentar aprender y beneficiarse de lo que la práctica del Tai Chi Xin Yi les pueda aportar; desde aquí nuestro sincero reconocimiento especialmente para ellos y para otras muchas personas que con grandes dificultades a nivel físico, generalmente por su edad avanzada, se esfuerzan y disfrutan cada día practicando Tai Chi Xin Yi y dándonos ejemplo). Y es un ejercicio ideal durante el embarazo y en la recuperación post-parto, debido a las características de los movimientos: lentos y suaves y a la relajación mental.

Porque generalmente se aprende y practica en grupo, generándose, tanto en las clases habituales como en los cursos y encuentros de los fines de semana o de verano, (y muchas veces también fuera de todos ellos) una buena energía y camaradería entre los compañeros de práctica, la gente que practica Tai Chi Xin Yi es de lo más diversa y heterogénea, pero tienen un objetivo común: aprender y practicar Tai Chi Xin Yi disfrutando).

Porque nos devuelve el equilibrio perdido con el vertiginoso ritmo de vida actual, volviéndonos a reconectar interiormente con nosotros mismos. Armoniza cuerpo y mente.

Porque repone las reservas energéticas del cuerpo, que se van poco a poco agotando, con el exceso de trabajo y de actividad estresante. Estamos menos cansados, más vitales, con una mente despierta y relajada al mismo tiempo, con un cuerpo más ágil y vigoroso que se mantendrá sano por más tiempo.

Porque el Tai Chi nos ayuda a eliminar las tensiones y contracturas musculares derivadas del estrés, del bloqueo emocional y/o del hábito de malas posturas, reduciéndose las molestias físicas.

Porque los beneficios se aprecian desde la primera sesión, y van en aumento si lo practicamos con asiduidad y perseverancia.

Porque nos proporciona una sensación de vitalidad y relajación, para empezar el día con energía, o para reponernos tras un día de ajetreo agotador.

Porque mejora nuestra forma física, consiguiendo más flexibilidad (lo que en las personas mayores implica un menor riesgo de caídas) y mayor tonicidad muscular, pero sin agotar al organismo, y sin riesgo de producirnos lesiones, al mismo tiempo que nos deja una sensación de calma, sosiego y tranquilidad. Los tejidos y órganos internos también salen fortalecidos.

Porque es un ejercicio físico completo (participan todos los músculos y las articulaciones del cuerpo ¡incluso el nervio óptico!, seguro y suave pero efectivo que, sin embargo, no produce cansancio ni altera el ritmo cardíaco, por lo que es apto para hacerlo también al final del día, no altera nuestro sueño, al revés ayuda a dormir mejor).

Porque al aprender la perfecta alineación (erguidos, pero relajados) nuestra corrección y conciencia postural será mayor. La buena postura es esencial para mantener una buena salud, sin desequilibrios en el funcionamiento de los órganos internos. Nuestro cuerpo es el espejo de nuestra mente. Una mala postura es indicativa de malestar mental, se bloquea el flujo de energía y puede verse alterado algún órgano. La buena postura demuestra salud psicológica y permite fluir la energía (chi) por todo nuestro cuerpo sin bloqueo alguno. La alineación de los centros energéticos produce el fortalecimiento gradual de nuestro sistema energético, aumentando y estimulándose el flujo de chi (energía) en nuestro cuerpo, con un resultado de mayor vitalidad y mejor salud. Con la práctica del Tai Chi se corrigen los vicios posturales, de lo que se beneficia el sistema musculoesquelético. (El problema de hombros caídos, por ejemplo, remite bastante rápido y cesan muchos de los dolores de espalda que acumulamos por malas posturas habituales).

Porque nos enseña a relajarnos, a concentrarnos, a respirar adecuadamente (con el diafragma, mejorando así nuestra capacidad pulmonar y la oxigenación de la sangre), a meditar en movimiento, adquiriendo una mayor conciencia de nosotros mismos, de nuestro cuerpo, que vuelve a conectarse con la mente, lo que se traduce en mayor armonía y equilibrio.

Porque la ecuación: (–)estrés (+)relajación (+)salud (+)armonía cuerpo/mente (+)tranquilidad = equilibrio emocional, funciona.

Porque aprendemos a canalizar nuestra energía y a controlar la mente (la mente se relaja y se deja libre el pensamiento, ganamos así en claridad mental y nuestros pensamientos serán menos desorganizados).

Porque podemos ganar en autoestima, confianza, paciencia, perseverancia, disciplina, capacidad de concentración..., lo que nos ayuda a mantener una actitud positiva y el ánimo elevado.

Porque hacer Tai Chi es la mejor manera de ayudarnos a nosotros mismos y tener una incidencia activa y positiva en la propia salud (física, mental, emocional, energética y espiritual).

Porque nos renueva por dentro y por fuera y nos sentimos rejuvenecer. Practicar Tai Chi es el mejor tratamiento de belleza imaginable (también el más natural y sin duda barato, pues no tenemos nada que comprar, sólo que practicar).

Porque es tiempo de calidad, que nos dedicamos a nosotros mismos, sin interrupciones inoportunas.

Porque, según un amplio consenso tanto de la medicina tradicional china como de la moderna occidental, practicando Tai Chi se estimulan nuestras defensas naturales y se fortalece el sistema inmunológico, se ejercita y mejora el sistema nervioso central (se acelera la capacidad de respuesta del cerebro ante una orden, ayuda también en el tratamiento de ciertos desórdenes nerviosos y enfermedades mentales), se afinan los sentidos, se educa el nervio óptico, favorece el metabolismo y la digestión, disminuye el estreñimiento y el colesterol en sangre, previene y disminuye los síntomas de la arteriosclerosis, aumentan las proteínas, gracias a la relajación bajan los niveles de adrenalina y se combaten mejor las enfermedades “modernas” que tienen como causa o factor importante el estrés, ayuda a mantener la salud de los sistemas circulatorio y linfático, con la respiración abdominal aumenta la capacidad y elasticidad pulmonar, se produce una mayor oxigenación de la sangre, lo que lleva a una mejoría de la función cerebral; las articulaciones, tendones y los órganos internos aumentan su eficacia gracias a los movimientos lentos que provocan una acción de automasaje en los mismos, se consiguen unos músculos perfectamente proporcionados, armoniosos y elásticos, la estructura ósea resulta fortalecida y más resistente a fracturas y deformaciones, ganando en estabilidad, flexibilidad y agilidad en las articulaciones, disminuyendo el riesgo de caídas, ayuda a combatir y prevenir la osteoporosis y la artritis reumatoide, favorece la salud del sistema reproductor masculino y femenino; disminuyen migrañas, neuralgias y la hipertensión... Y sobretodo y sencillamente....

Porque nos gusta, nos divierte y disfrutamos mucho... ¿has oído hablar alguna vez del espíritu XIN YI?

Ven a aprender y practicar Tai Chi Xin Yi con nosotros y, al tiempo que disfrutas y te diviertes, benefíciate de sus efectos y gana en bienestar y salud.

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